"JUEGO DE NIÑOS" DE PIETER BRUEGEL (EL VIEJO)

 Por Inmaculada Ruíz Vera
         
    A este  pintor que vivió hace mucho, mucho tiempo le llamaban “el viejo” para diferenciarlo de su hijo mayor que, como era costumbre, le pusieron el mismo nombre y se dedicó a la misma profesión.
       Dicen que era un hombre tranquilo, sabio y discreto, pero en compañía, era divertido y le gustaba asustar a la gente o sus aprendices con historias de fantasmas y cientos de otras diabluras, por lo que se le llamaba “Pieter el Gracioso” (Hay una niña haciendo pipí en este cuadro, ¿La ves? ¿Y a los gorros que forman una cara?).
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     A Brueghel le gustaba visitar a los campesinos, en las bodas o ferias. Se vestía como ellos, e incluso como los demás invitados llevaba regalos, y se comportaba como si pertenecieran a la familia o al círculo de uno u otro de los esposos. Le encantaba observar las costumbres de los campesinos, sus modales en la mesa, bailes, juegos, formas de cortejo, y todas las bufonadas que podían ofrecer, y que el pintor supo reproducir, con gran sensibilidad y humor, con el color, tanto a la acuarela como al óleo, pues dominaba ambas técnicas. Sabía cómo se vestían al natural y pintó sus gestos groseros cuando bailaban, caminaban o se quedaban en pie mientras se dedicaban a tareas diferentes. 
   Siguiendo con su costumbre de representar temas populares, pintó este cuadro llamado “Juego de niños” en el que encontramos a más de 200 niños y niñas jugando a 90 juegos diferentes. Vemos como los niños juegan en la calle, ya que en esos tiempos ni existían los coches y las casas eran muy pequeñas. 
     Antiguamente, los niños tenían pocos juguetes hechos especialmente para ellos, por lo que muchos  consistían en juegos de imitación de las actividades de los adultos o de ejercicios físicos. Sus juguetes son rudimentarios, como eran los de aquel entonces, pero no les hacía falta mucho más para divertirse. Juegan con un tambor, un globo (¿Sabes de qué está hecho?), al aro, a la gallinita ciega, a la pídola, a la peonza, al caballito, a las tabas, a la silla de la reina, a hacer pompas de jabón, a las muñecas, a las tiendas, a nadar y bucear, caminar sobre zancos, se juegan el tipo haciendo equilibrios y contorsiones, trepando a las verjas y a los árboles. Pero la mayor parte de los juguetes son objetos simples: las nueces les sirven de canicas y los huesecillos de tabas, cabalgan sobre un tonel o gritan dentro, juegan a atrapar una botella atada a una cuerda… algunos de estos juegos continúan practicándose hoy. Este hermoso cuadro nos recuerda que para divertirse no hay nada como la imaginación, así que ¿A qué estás esperando?


La niña haciendo pipí está a la izquierda bajo unos arcos, apoyada en una pared.
Los gorro formando una cara los encuentras en el suelo, a la derecha, 3 gorros negros forman los ojos y la nariz y uno rojo la boca.
El globo lo hacían con tripa de cerdo o de cordero.

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