A propuesta de Tahiré, de la Asociación Criar con
Apego, hemos celebrado este viernes en
la biblioteca un cuentacuentos solidario, bajo la original modalidad de Jam Session, con
total improvisación de participantes y de contenidos.
José Armando Olmos,
motivado por la reciente celebración de Halloween, inició la sesión con
una creación propia, “El terror de las
noches”, que trascribimos al final de esta página
Pedro nos leyó Caperucita, y lo hizo con tanta emoción que
nos pareció la primera vez que lo escuchábamos.
A Irene no se le ocurría nada, y acabó por contarnos el
cuento “No se me ocurre nada”
Miguel se arrancó con El Flautista de Hamelín, y su hermano
Alberto se animó con El patito feo
Ismael nos asustó con La cueva del dragón, y Violeta y Luis
nos divirtieron con las hazañas de Gerónimo Stilton.
Tahiré intercaló unas dinámicas creativas, al estilo de
Gianni Rodari, que ayudaron a romper la rutina y animaron la tarde.
En resumen, fue una sesión muy divertida y como muestra dejamos
algunas de las imágenes.
EL TERROR DE LAS
NOCHES
Por José Armando Olmos
Fernández
Era noche
de Halloween, ¡o sea, noche de terror!
Es muy
divertida o... debería decir terrorífica.
En fin, yo
me llamo Álvaro y me gustaría contaros mi historia terrorífica.
Esa misma
noche fuimos a una fiesta de disfraces. Bailábamos, comíamos, jugábamos, etc.
Me lo pasé
bien. Pero en un momento que tuve que ir al baño escuché una pequeña voz
después de que se apagaran las luces. Escuché:
-
¡Vas a morir esta misma noche!
¡Vale! Estaba muy asustado, pero se encendieron las
luces y en sangre ví que ponía lo mismo.
Me fui corriendo, pero cuando salí del baño no había
nadie.
Me gustó la fiesta, pero ahora no me está gustando
tanto.
En fin ¡qué se le va a hacer!. Salí como loco cuando
me enteré de que los espíritus malignos se fueron de su tumba.
Estoy en casa, pero sigo con el miedo.
¡Uuuu! ¡qué ha sido eso!.
Bajo al sótano, ¡Uuuu! Cada vez más y más veces y más
fuerte.
Llegó papá, le llamo. ¡papá, papá! ¡baja al sótano! ¡es
un fantasma!
¿Qué has dicho? Y no contesto.
¡Miau! ¡Pero es mi gato morritos!
¡Feliz fiesta de Halloween!
